La Botella de la gratitud es una idea para hacer visibles las razones que tenemos para estar agradecidos y convertir la gratitud en un sentimiento constante en nuestras vidas. Aprende a hacer la tuya.
Fuente: Instagram SMF Focolari
La botella de la gratitud es una forma de ejercitar nuestra capacidad de mirar con cariño nuestros logros, ya sean grandes o pequeños. Es un proyecto muy sencillo, pero con el potencial de transformar nuestras vidas. La idea es hacer que la gratitud forme parte de nuestra rutina, haciendo visibles todas las razones por las que podemos estar agradecidos y demostrando que, independientemente de las dificultades y los problemas, siempre hay cosas buenas en nuestras vidas.
Ser agradecido es una forma de cambiar nuestra actitud ante la vida y abrir el camino para que podamos visualizar nuevas y mejores perspectivas en nuestros caminos. Tener un corazón agradecido es sinónimo de tener un corazón sano. Robert Emmons, doctor en Psicología de la Personalidad y autor del libro "Da las gracias y sé feliz", lleva décadas estudiando los efectos de la gratitud en la vida de las personas. En sus hallazgos, observó ventajas en la calidad de vida de quienes han desarrollado la gratitud como hábito. Entre estos beneficios se encuentran
fortalecimiento del sistema inmunológico
reducción de la depresión y el estrés
mayor entusiasmo, energía, optimismo y felicidad
mejora de la calidad del sueño
despertar más placentero y de mejor humor;
reducción de la tensión arterial
vida social más activa y placentera;
menos apego a emociones tóxicas, como el resentimiento, la decepción, elmmiedo y la envidia
menos quejas de dolor y malestar
reducción significativa de los sentimientos de aislamiento, inadecuación y soledad.
¿Cómo hacer tu botella de gratitud?
La "Botella de la Gratitud" no tiene una regla sobre el formato, sólo tienes que elegir una maceta de cristal transparente con tapa y decorarla como prefieras, siendo imprescindible que lleve impresa y bien visible la palabra "gratitud".
Elige un lugar especial de tu casa para colocarlo. Junto al bote, pon también un bloc de notas y un bolígrafo.
Cada día, escribe una nota de agradecimiento y colócala con cariño dentro de la maceta. Estos papeles se convertirán en recordatorios para que, en los momentos más difíciles, recuerdes que hay cosas buenas.
Una sugerencia es guardar las notas de agradecimiento durante todo el año. Se pueden utilizar como "combustible" para mejorar tu estado de ánimo cuando estés decaído o leerlas todas de una vez al final de cada mes o año. El tarro de la gratitud también puede utilizarse individualmente o compartirse entre toda la familia.
¿Te ha gustado la idea? Comparte esta idea con un amigo y ¡no dejes de hacer la tuya!
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